Quedan algo menos de tres semanas para que empiece a rodar el balón liguero, el que importa, pero en los que ya se mueven en la concentración del Betis en Gales se ven pistas inequívocas de las intenciones de Pepe Mel con su plantilla. La idea consolidada es el sistema: el 4-3-3 aparece ya como innegociable. El técnico lo consolidó en el País Vasco y Francia y ahora se plantea variantes respetando este esquema. En cuanto a nombres, a la espera de definir totalmente la plantilla con bajas y refuerzos durante el mes de agosto, el técnico no esconde sus preferencias por Casto; Chica, Mario, Dorado, Nacho; Iriney, Beñat; Jefferson Montero, Rubén Castro y Jorge Molina. Sí, falta un jugador, y es que la única duda que se comprueba por los cambios que está efectuando en cada sesión es quién ocupará el puesto de tercer mediocentro. Hay tres candidatos: Salva Sevilla, Matilla y Sergio.
El almeriense ha adelantado al fichaje procedente del Villarreal, quien comenzaba con ventaja en esta carrera. Sin embargo, de fondo aparece la figura del canterano, que está causando sensación entre los técnicos en esta pretemporada. Sevillano, del Distrito Sur, de familia humilde y con unas condiciones muy interesantes, Sergio Rodríguez es un buen proyecto de futbolista que debe hacerse. Tiene contrato por dos temporadas con el Betis, revisado hace unas semanas. Sus condiciones económicas variarán en función de si es jugador del primer o segundo equipo, como así sucede con su cláusula de rescisión (cuatro millones si actúa en el filial y ocho con los de Mel). Su progresión ha sido explosiva, puesto que ha aparecido en el primer equipo sin pasar por el B, ya que Mel se enamoró de su juego polivalente en el juvenil de División de Honor entrenado entonces por David Ortega. El técnico madrileño ve a Sergio Rodríguez más como mediocentro que de mediapunta y el futbolista le está respondiendo con creces.
El resto de variantes que ha ido probando Mel en las sesiones responden a situaciones muy determinadas. Por ejemplo Rubén Castro no se entrenó ayer y no jugará el amistoso de hoy por unas molestias en el isquiotibial derecho que le obligaron a ejercitarse sólo en el gimnasio y no en el césped. El canario será reservado y Mel ensayaba ayer con Vadillo, con unas condiciones tremendas también pero a quien los técnicos no cesan de pedirle mayor intensidad defensiva. Otro joven valor con proyección interesante es Pozuelo, habilidoso y con visión de juego arriba. Mientras, Jonathan Pereira aparece como alternativa ofensiva también.
La defensa sí que parece inamovible, ya que por ahora Amaya tiene que coger el tono físico y Mel no tiene dudas en los laterales. La portería también es propiedad de Casto, sin rival de salida tras la lesión de Fabricio. Como novedades, el defensa Juan Calahorro y el extremo Jefferson Montero se ejercitaron ayer con total normalidad tras superar las molestias que el pasado lunes les llevaron a no participar en el entrenamiento vespertino en el caso del zaguero y a retirarse antes del final en el caso del veloz interior ecuatoriano.
Pero no sólo de entrenamientos vive el primer equipo bético. Los jugadores conocieron al término de la sesión matinal y por boca de Mel que tendrían la tarde libre. El madrileño les pidió mesura a todos en su comportamiento y en especial a Vadillo, el único menor de edad de la expedición. El canterano le respetó, puesto que aunque se desplazó a Cardiff en el autobús del equipo con sus compañeros Pozuelo, Álex Martínez y Sergio, regresó muy pronto. Sí aprovecharon para hacer una visita turística a la interesante capital galesa gente como Goitia, Nacho, Juanma y Chica, además de Miguel Guillén, Rafael Gordillo, Pepe Mel o Patricia Ramírez, la psicóloga. La mayoría de la plantilla decidió quedarse en el hotel de concentración y se perdieron el Millenium Stadium, el castillo de Cardiff o el ambiente de la zona peatonal repleta de gaviotas y pubs.
Un Saludo
Viva el Betis!
Fuente Texto: Al Final de la Palmera
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