domingo, 17 de julio de 2011

75 años del contrato de arrendamiento de Heliópolis

Heliópolis
Dentro de las efemérides de la historia del Real Betis Balompié, figura una de especial trascendencia para el futuro del club como fue el arrendamiento del Estadio de la Exposición al Betis Balompié realizado el día 16 de julio de 1936. Hasta esa fecha, el Betis jugaba en el campo del Patronato Obrero, campo que le ha dado hasta el presente su mejor gloria, ya que en él, el Betis se proclamó campeón de Liga en la temporada 1934/1935.
La razón por la que se originó la necesidad de este traslado, era que el Ayuntamiento de Sevilla, propietario del campo del Patronato, necesitaba ese espacio para instalaciones municipales. A cambio, ofrecía al club el Estadio de la Exposición.
La persona que llevó a cabo las gestiones para el contrato de alquiler fue D. Antonio Moreno Sevillano, a la sazón directivo del club, pero quien firmó la escritura de arrendamiento fue D. Manuel Alonso Cueli, Vicepresidente del Betis Balompié, en funciones de Presidente por parte del club y D. Horacio Hermoso Araújo como Alcalde del Excmo. Ayuntamiento de Sevilla y Presidente de la Comisión Liquidadora de la Exposición Iberoamericana de 1929.
Según Manuel Carmona Rodríguez, autor de la Enciclopedia del Real Betis Balompié, cuyo Tomo V se titula “Todos los Presidentes del club”, la presencia de D. Manuel Alonso Cueli firmando como presidente en funciones, se debía a que D. Francisco Navarro López, había dimitido como presidente, aproximadamente a mitad de la temporada 1935/1936, asumiendo la responsabilidad del club su vicepresidente D. Manuel Alonso Cueli.
Desafortunadamente, como el mismo Sr. Carmona afirma, la documentación de esa época ha desaparecido por los diferentes avatares padecidos por el club y ha dejado una laguna importante en la historia del Real Betis Balompié, suplida en gran manera gracias a la arduas tareas de investigación, a la prensa y a los béticos veteranos que contaron las vivencias de esos años verbalmente.
El contrato establece una serie de condiciones del arrendador impuestas al arrendatario, entre ellas que la duración sería de diez años a partir del 1 de agosto de 1936 y la cuota de alquiler que habría de pagar sería de 9.000 pesetas anuales (54,09 euros actuales) a razón de 150 pesetas al mes (0,90 céntimos de euro) .
El Ayuntamiento obligaba al entonces Betis Balompié a realizar obras de saneamiento y modificación del estadio para las necesidades del club, siempre supervisadas por el arquitecto de la Comisión Liquidadora.
La noticia fue anunciada en la prensa local, en el periódico El Liberal y en otros, consignándose la presencia, además del Sr. Hermoso Araújo y del Sr. Alonso Cueli, de representantes de la Comisión Liquidadora, del Betis Balompié y de la Tertulia Bética. Respecto a esta última, decir que históricamente, la Tertulia, ubicada en la calle Velázquez, fue como una prolongación del club, ya que a ella pertenecieron desde su fundación en 1932, la mayor parte de presidentes y directivos del Betis, al menos hasta los años setenta del siglo pasado.
Pero como señalaba Manuel Simó Mateos, vinculada al club durante más de cuarenta años, cuando las cosas venían mal dadas, “era el sino del Betis”; dos días después de la firma del contrato de arrendamiento, el ejército comandado por el General Queipo de Llano se adhiere a los sublevados en contra de la República, y baterías apostadas en el Ayuntamiento, lanzan obuses contra el Gobierno Civil, situado en la trasera del Hotel Inglaterra y uno de ellos entró por una ventana de la secretaría del Betis, ubicada en la calle Bilbao nº 2 y prácticamente la destrozó.
Y aquí contamos lo vivido y expresado por el citado Manuel Simó, cuando después de que el obús entrara en la secretaría, se presentan en su casa dos policías. Cualquier cosa pudo pensar menos que se trataba de algo del Betis. Ante la expresión casi de pánico, los policías se adelantaron y lo tranquilizaron diciéndole que lo acompañara a la secretaría. Se presentó y salvó todo lo que pudo, las copas y documentos desperdigados, trasladándolos temporalmente a la Tertulia Bética muy cercana. Según su testimonio, el edificio se cerró y precintó.
A su vez, el Estadio de la Exposición que tantas ilusiones y esperanzas había generado entre los béticos, fue incautado por el estado de Guerra para servir de depósito de carros de combate, acuartelamiento de tropas italianas, de caballería y de picadero etc.
Finalizada la Guerra, el estadio estaba en una situación tan lamentable, que según testimonio de Simó, que realizó el inventario, se acordó abonar una cifra simbólica de 166 pesetas al mes (un euro de hoy ) desde 1939 a 1961, ya que tuvo que hacer frente a cuantiosos gastos en la reconstrucción del estadio, hecho que no le permitió hacer buenos fichajes para la temporada 1939/40, quedando sólo de la mítica plantilla del Campeonato de Liga de la temporada 1934/1935 los jugadores Saro y Peral.
Tal vez debió solicitar la no participación en la competición de Liga, como hizo el Real Oviedo, pero…. nuestro Betis es así y como en otras muchas ocasiones, fue más Quijote que Sancho.
Queremos en estas líneas hacer un reconocimiento público tanto a la memoria de D. Antonio Moreno Sevillano (gestor de la negociación del contrato) como a la de D. Manuel Alonso Cueli, firmante del mismo como Presidente del Betis en funciones, porque abrieron el camino para que el estadio de la Exposición, luego llamado de Heliópolis, fuera adquirido en propiedad, siendo presidente D. Benito Villamarín Prieto el 12 de agosto de 1961.
También agradecer a D. Joaquín Alonso Alaminos, hijo de D. Manuel Alonso Cueli, que lleva años afanándose en reivindicar la memoria de su padre como gran bético, la información documental que ha facilitado sobre las distintas responsabilidades que su padre asumió en el Real Betis Balompié, de las que como a tantos otros béticos que nos precedieron le debemos una permanente gratitud.

Un Saludo
Viva el Betis!

Fuente Texto e Imagen: Real Betis Balompié

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