Detrás de la plantilla

El cuerpo técnico del Betis

Pepe Mel está rodeado. Bien rodeado. Su grupo de trabajo es completísimo. El Betis ha organizado un pequeño ejército de profesionales que tienen sus áreas bien definidas y que hacen que todas las parcelas estén perfectamente atendidas. Desde el chófer hasta el segundo entrenador, todos tienen entre ceja y ceja el mismo objetivo que Rubén Castro o Iriney: que el Betis complete una fenomenal campaña en Primera. Ellos también son parte del éxito. Se mueven entre bambalinas, pero son los que consiguen que los jugadores estén aptos, que el grupo esté unido o que no se llegue tarde a los partidos, por decir algo. El otro equipo de Mel, los que van de blanco. Los futbolistas son los de verde. Aunque en alguna ocasión la psicóloga,  también viste ese color. De blanco aparece la también reconocible figura de Roberto Ríos, segundo entrenador. Afable y atento, la mano derecha de Mel se encarga de dirigir partes de los entrenamientos, charla con los jugadores y prepara las sesiones y partidos con el entrenador. Es una pieza clave. Hecho en la casa y con una notable carrera, Ríos sigue los pasos de su padre. Cerca de él, otro histórico, José Ramón Esnaola. No hacen falta presentaciones. Ya ha superado los 65 años y sigue ahí como mito que es y como gran profesional a la hora de preparar a los porteros, su cometido desde hace muchos años. Callado y serio, hace su trabajo específico con los metas y lo observa todo. Por ejemplo, se le podía ver analizando el entrenamiento del Cardiff para ver si podía aprender cosas nuevas. Para completar el cuerpo técnico más reconocible, David Gómez. Un producto de la cantera que se encarga de la preparación física. Profesional de formación impecable y amabilísimo en el trato, su relación con los jugadores es muy cercana de sus tiempos de recuperador y ahora tiene la oportunidad de llevar al equipo desde el verano.

Tras ellos, dos veteranos que rayan la categoría de institución. El doctor Tomás Calero ya ha visto y tratado lesiones de todos los colores. Desde la experiencia sabe lo que necesita cada futbolista en sus procesos de recuperación y es una persona muy cercana al cuerpo técnico. José María Montiel, masajista, sigue la estela de su padre, el mítico Vicente Montiel. Impecable en su trabajo y en su discreción, «Monti» está 24 horas disponible para tratar a los futbolistas con lo que necesiten. Como fisioterapeutas le acompañan José Manuel Pizarro, que ya estuvo la pasada campaña con el primer equipo y muy valorado por el grupo, y el joven Manuel López, uno de los recién llegados. La parcela física se completa con Fran Molano, recuperador. Pasó una exigente criba para este puesto. También con sólida preparación y muy discreto, Fran se está ganando la confianza de los jugadores en su trabajo. Y con los cuerpos bien, falta la mente y de ello se encarga Patricia Ramírez, la psicóloga. Parece que va a su ritmo pero siempre es una más. Su relación con los jugadores es de cercanía y su trabajo, bien valorado. En la concentración británica se ha reunido hasta tres veces con el grupo, aprovechando los juegos para conseguir objetivos de mentalización.

La logística va a cargo de Víctor Antequera. Delegado serio y siempre dispuesto, el ex jugador de la cantera es un solucionador de problemas y quien toma las riendas de la organización de viajes, hoteles y partidos. Las equipaciones, balones y demás elementos que necesitan los futbolistas para su trabajo están bien gestionados por José Manuel Acuña, el Curita, y Manolo Barrera. Ambos llevan muchos años en el club y son los más resueltos de la expedición. No hay un problema para ellos, son todo soluciones.  Y la ropa siempre bien doblada y en su sitio. En las tareas de comunicación, un descubrimiento como Alberto Martín, que gestiona las entrevistas y narra con su peculiar estilo. En Sevilla le apoyan en la distancia Manolo Reyes, Manolo Nieto, Casal, Peinado... Y a todos ellos los transporta de un lado a otro Pepe Delgado, el conductor del autobús oficial, que hoy mismo volverá a Sevilla tras estar  fuera desde que acompañó al equipo a Fuenterrabía.

Un Saludo
Viva el Betis!

Fuente Texto e Imagen: Al Final de la Palmera